Remodelación en Hospital Calvo Mackenna: una urgencia pensada para una atención más amigable, oportuna y digna

Detrás de cada espacio hay una intención. Y en el caso del Hospital Luis Calvo Mackenna, esa intención es clara: entregar una atención más amigable, oportuna y digna. Así lo demuestran las voces del equipo médico y técnico que lideró la transformación de la Unidad de Urgencia, uno de los cambios más significativos en su historia reciente.
“Si tuviera que describir este cambio en una palabra, sería dignidad”, afirma Pedro de la Barra, jefe de Urgencia del hospital. “Nos enfrentamos a diario a situaciones difíciles, y hacerlo en un espacio renovado, más luminoso, operativo y climatizado, marca una gran diferencia tanto para los pacientes como para quienes trabajamos aquí”.
Una urgencia que anticipa el futuro
La remodelación responde a una necesidad urgente: preparar la atención para nuevos perfiles de pacientes. “Pensamos que en el futuro recibiremos más casos de pacientes politraumatizados. Por eso, cada box está diseñado como una pequeña sala de procedimientos”, explica de la Barra. “Esto no es solo modernización. Es volver a poner la dignidad en el centro”.
Desde la arquitectura, el rediseño partió por una decisión estratégica: mover el reanimador —que antes estaba al fondo— a la entrada de la urgencia, garantizando atención inmediata. “Ese cambio fue el motor de todo el proyecto”, comenta Alejandro Fernández, arquitecto de la Unidad de Proyectos. “Establecimos un estándar: todos los box son iguales, todos los niños reciben la misma calidad de atención”.
El resultado es un espacio integral que incluye nuevas salas de espera, observación y procedimientos clínicos. La infraestructura se alineó con los más altos estándares: sistemas de climatización independientes, redes normalizadas de gas clínico, agua y electricidad, y accesos restringidos para mayor seguridad.
Un modelo que combina infraestructura y cuidado
La enfermera supervisora y jefa de Urgencia, Pamela Cifuentes, asumió en 2021, y destaca el proceso como una construcción colectiva: “Lo más potente fue que no se trató solo de mejorar el espacio físico, sino de pensar en una nueva forma de atención. Hoy tenemos una urgencia funcional, moderna y mucho más digna”.
El proyecto fue desarrollado junto a AMICAM, en una colaboración que no solo mejoró la infraestructura, sino que también impulsó un nuevo modelo de atención centrado en los pacientes y en el bienestar de quienes cuidan.
Igualdad desde el diseño
“Esto no debe ser exclusivo de una clínica o del sistema privado. El servicio público también merece espacios con estándares de primer nivel”, recalca de la Barra. “No hay razón para que el 80% de la población reciba algo de menor calidad”.
Porque como dice su equipo: en este nuevo espacio, se nota más el cariño. Se nota mejor el amor.